Los azulejos empezaban a caer dejando ver una pared desnuda y herida.
Las hojas que los árboles perdían entraban por tu ventana
y se encontraban con otras que también habían sido.
Eso que no dijiste asomó a la luz
y sólo se pudo escuchar el miedo.
Llegó la hora de irse
porque tu nombre no deja de ser una palabra.
2 comentarios:
una palabra con o sin sentido...
ahi esta el origen del sentido
bueeeeee me salio la pensadora ¿?
gracias por pasar y leerme!
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