Páginas

domingo, 9 de enero de 2011

Esperando



La verdad es que esto no me gusta. No me gusta nada.


No sé, pero el sólo estar escribiendo me hace sentir fría, desafectada, alejada de la situación de espera.

Y en realidad debería consolarme saber que escribo porque es lo único que puedo hacer.
Hablar no puedo. Pensar no puedo.
Escribir todo esto, dejando que fluya, que explote y rebote es lo único que me queda para resistir este momento.

Lo malo de la espera es ese estar en el medio. Esto es el medio entre algo que ya pasó y la consecuencia que se sabe inminente pero todavía no llega.
Y en ese medio, en ese limbo, no se puede hacer sólo una cosa, algo, sino que nada se hace del todo porque es uno el que no está del todo, porque sólo se puede seguir y seguir esperando.

Este es mi intento de hacer que pase más rápido.
Es escribir para inventar un mundo. Uno en el que esto no pase y que todavía quede algo de eso que me abandona cada vez un poco más.

Nunca nadie me dijo todo lo que queda atrás cuando uno empieza a caminar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La espera es un lugar tan inquietante a veces y lo mejor es intentar hacer algo productivo(escribir es una de ellas)

Artículos Relacionados