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miércoles, 27 de octubre de 2010

Éramos unos niños...o Patti te quiero



"Fue el verano en que murió Coltrane...Los hippies alzaron sus brazos vacíos y China hizo detonar la bomba de hidrógeno. Jimi Hendrix prendió fuego a su guitarra en Monterrey...Fue el verano del amor. Y en aquel clima cambiante e inhóspito, un encuentro casual cambió el curso de mi vida: fue el verano en que conocí a Robert Mapplethorpe."

Desde el prólogo sabemos que no se trata de una historia feliz, o mejor, sabemos que se cumple el ciclo de la vida, y que aunque a veces lo ignoremos por ser todavía jóvenes, la muerte también forma parte de ella.
Patti comienza su libro, o su relato, así:

"Yo estaba durmiendo cuando el murió. Había llamado al hospital para desearle las buenas noches como siempre, pero la morfina lo había dejado inconsciente. Me quedé escuchando su respiración fatigosa, sabiendo que ya nunca volvería a oírlo."

Y una parte del corazón se desinfla, se encoge ante la pérdida porque es narrada con tanta emoción que se hace propia, y al leerla lo lamentamos.

    "¿Por qué no puedo escribir algo que resucite a los muertos? Ése es mi afán más hondo"

Éramos unos niños es la historia de Patti Smith y Robert Mapplethorpe pero comienza cuando ellos eran sólo Patti y Robert, dos chicos artistas que empezaban a salir al mundo cuando el mundo era ese New York de posibilidades infinitas.
Patti venía de New Jersey dejando un pasado atrás: sus estudios, su familia y un hijo dado en adopción por la convicción de que estaría mucho mejor con una familia que pudiera cuidarlo. Robert intentaba dejar atrás los prejuicios de una educación católica rigurosa y la figura de un padre estricto.
Patti escribía. Robert pintaba.     
Se conocieron en el negocio donde ella trabajaba. Robert compró el collar preferido de Patti y ella le pidió que jamás se lo regalara a ninguna chica que no fuera ella. Después, él sería su salvador. Apareció en el momento en que Patti intentaba zafar de un hombre con el que había salido sólo porque significaba una comida gratis.


"-Hola, ¿te acuerdas de mí?
 -Por supuesto -dijo, sonriendo.
 -Necesito ayuda -solté-. ¿Te haces pasar por mi novio?
(...)
-Gracias, me has salvado la vida -dije. Él acogió aquella noticia con una expresión perpleja-. No te he dicho mi nombre, me llamo Patti.
-Y yo Bob.
-Bob -repetí, mirándolo de verdad por primera vez-. No sé, pero Bob no te pega. ¿Puedo llamarte Robert?"
                                           
                                                    
                                                      Desde ese momento no se separaron.
Patti hace un recorrido por su vida juntos, como un Retrato del artista adolescente, y conocemos con ellos New York de fines los 60s, los trabajos poco interesantes para poder mantenerse, su amor y compañerismo y el momento en que la vida empieza a acelerarse y nos va haciendo lo que somos.
 Relata, con una calma que sólo llega con el paso del tiempo, hasta los momentos más difíciles, los desencuentros, la falta de dinero y su separación.


Éramos unos niños es el "antes". Es todo eso que no se sabe sobre la vida de esas personas que parecen elegidas por alguna fuerza especial para ocupar el lugar que ocupan o ser quienes son.
Es la sensación del que se queda, la necesidad de recordar al que no está y de hacer que todos lo conozcan y lo quieran.



La enfermedad de Robert los unió por última vez, durante algunos años no habían tenido contacto. Tal vez fuera necesaria la distancia por la intensidad de lo vivido, o sólo un cambio de rumbo.

"-Nosotros no hemos tenido hijos -dijo, con tristeza.
-Nuestra obra ha sido nuestros hijos."




2 comentarios:

Anónimo dijo...

Excelente libro!, son de esos que cuando empezas a leerlos no paras, o en realidad paras un poco llegando al final porque se sabe como termina...recomendable 100%

Juanma dijo...

Muy interesante!!!
Te envío un abrazo.

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