Exorcismo

                                                                                                                  Para Memelit, ¡Salud!
                                                                                                    "A friend with weed is better"


Mejor frase del fin de semana: “Te quiero como sos, así de loca” – sustancias (varias) mediante, obvio-pero igual vale y tuvo efecto. Aunque después medio que la cagaste con todo el análisis pseudo-terapéutico. Sisi, todo lo resumo con alguna letra de Morrissey, pero eso no es ningún síndrome de nada y no jodas que prefiero eso a las frases edificantes que vos tirás.


El viaje en taxi fue como ir a otro planeta, porque no entendía nada y me reía de todo y –si, es natural, nono, eso sólo despierta lo que ya se lleva adentro- y el tipo decía que las pibas de ahora son unas zarpadas y que claro, las minas quieren saber qué auto tenés y me reía y te miraba y me apretabas la mano y no parabas de decir…claro…y si…que nabo sos cuando querés ser educado.

Al final el viaje duró mil años porque el señor no conocía mi calle –no es tan difícil- Y bueno chicos disculpen pero como termina en Pueyrredón hay que retomar porque estos de las multas están como locos…Sisisi, no hay problema , total no entendemos nada y de paso te haces el copado y nos cobras un poco demás a un par de boludos ebrios que se cagan de risa de todo.Y el viejo se hacía el vivo y tiraba chistes cuando paró en la puerta del telo…y No, señor, se equivoca. Si, vivo frente a un telo. Soy vecina del lugar donde se da la acción.

Llegamos y de nuevo mil horas porque ni idea de dónde había quedado la llave, hasta que apareció en algún bolsillo pero no pude embocar en la cerradura. Vos abriste pero nos olvidamos de prender la luz y las escaleras a oscuras…no me rompí la cabeza porque el universo se está amigando conmigo y otro bofe más no me va a mandar pero estuvo cerca porque no veía nada y vos no ayudabas y al fin llegamos y otra puerta. Pisaste al gato y casi lo matas. Ya empezas mal…casi me dejas sin hijo…no podés ser tan boludo…shhhhh…que aca son todos viejos y duermen…callate boludo…y vos tb…¡se callan los dos!

Y te pusiste a revisar mis discos (¡Bien! En todas las casas que visito por primera vez hago lo mismo) y te ofrecí un café para aclarar un poco la cabeza pero dijiste que mejor lo preparabas vos, que nunca probé un café tan rico como el tuyo…y bueno, mejor…

Ya te había dicho que no servía para nada pero no te importó. Llegó el café y ¡Qué bueno! Revivir un poco, recuperar algo de coherencia. Asomaba un frío por la ventana, las tazas dejaban salir un humito que a esa hora de ese día me hizo sonreir y quisiste elegir un tema sin decirme cuál.

Ja! Empezaba el día, el disco giraba, sonaba, hipnotizaba. El humo de las tazas y los cigarrillos hacía unos dibujos inentendibles en el aire, y yo los aprovechaba como cortina y me escondía. Me servía de escudo.

El frío. Vos. Y un todo- por- delante que aparecía como algo inmenso.

Sí, creo que ese momento sirvió como exorcismo.