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martes, 23 de febrero de 2010

Contra el mal... Las Chicas Superpoderosas! - Parte 1

Hay personas que, aunque uno no las conozca, se sienten cercanas, amigas. En este caso, mis dos amigas me acompañan desde la infancia.

Si tuviera que definir la palabra felicidad, utilizaría antes que nada como sinónimo "infancia". La infancia pensada como un lugar de protección, en el que uno siempre quedaba a salvo de todo porque ante el más mínimo miedo siempre había un abrazo o una mano de una mamá o de un papá.

Dentro de ese universo ideal que planteo como infancia, no porque lo haya sido realmente, sino porque hoy, a la distancia así lo siento, encuentro algunos clásicos que fomentaban la creación de ese mundo de fantasía a los que sigo recurriendo cuando necesito escaparme de todo.

Uno de los que tengo más presente, es Sissi. Basada en la historia de Isabel de Baviera, una chica un tanto rebelde o "de avanzada" que se casa con un príncipe, pero en este caso, no todo resulta color de rosa. Sissi se encuentra de algún modo atrapada en una nueva situación, en la que se espera de ella un comportamiento que ella no tiene, que siga reglas de etiqueta en las que no cree. Finalmente logra imponer su voluntad y enfrenta lo que no cree correcto, obviamente que todo esto aparece en la película un tanto edulcorado y Sissi nunca abandona su aire de "damisela-en-problemas-salvada-por-príncipe", en contraste con la Sissi real, que cayó en una gran depresión luego del fallecimiento de una de sus hijas y abandonó la vida pública.

Pero más allá de la historia de la propia Sissi, es la actriz que la interpreta la que se roba toda la atención. Sí, por Sissi conocí a otra de las mujeres intensas: Romy Schneider. Una de esas bellezas asesinas que ya no existen, una mujer real, fuerte, sin retoques, sin tetas ni culo agregados ni photoshop. Sólo ella y su presencia con esa mirada capaz de partir en dos.

Romy nació en Viena en 1938. Filmó su primera película a los 15 años, Lilas Blancas, en 1953, y en 1955 llegó Sissi, el papel con el que se hizo más famosa y uno de los más recordados. Le seguirían luego Sissi Emperatriz y El Destino de Sissi. Siguió su carrera filmando continuamente, hasta que en 1981 muere su hijo David en un accidente horrible: trepando una reja de la casa, resbala y cae y la reja le perfora los intestinos. A partir de ese momento Romy se hunde. En 1982 termina su última película y se dedica a una vida en soledad, o, como dice wikipedia "Romy Schneider, gran fumadora, desolada y solitaria, intenta ahogar su pena en el alcohol." El 29 de mayo de ese año muere, nunca se supo si fue por un problema cardíaco o de sobredosis. Fue enterrada al lado de su hijo David.

Continúa siendo muy recordada, casi un mito y hay planes para una película sobre su vida titulada Eine Frau wie Romy (Una mujer como Romy)







Estampilla alemana en homenaje


Tan ella..



2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me gusta el sinónimo que utizaste para "felicidad"...es verdad eso de la infancia, es un universo que uno idealiza a la distancia, pero es muy lindo recordarlo así!
Sinceramente no ví ninguna de las películas que ella protagonizó, solo la había visto en fotos y concuerdo en que es una de esas bellezas difícil de encontrar hoy día.
Ahora me pico la curiosidad y veré las películas. Muy buena data

Juanma dijo...

Una mirada intensa tal cual la de la lady que intento describir en el cuento de mi blog.
Amo el cine, creo que más que a la literatura, y esa lady es una lady, formidable.
Saludos, Ernesto Ugarte.

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