Estas son palabras amontonadas para atrapar un momento, guardarlo, hacer que nunca se escape.
Porque es el recuerdo lo que queda, el momento no.
Paris entra por mi ventana abierta y se cuela en este cuerpo de viajera agotada de tanto y tanto. Los ojos arden, no descansan de acumular visiones, ilusiones.
Me fui y llegué y ahora queda irse y llegar.
Pero el círculo hace fuerza por no cerrarse,
por quedar en suspenso.
Yo pido, con la verguenza del que sabe que pide demasiado.
Pero todo eso que se fue, en el fondo queda.
Y vuelvo a pedir...
que lo que se escapa se quede siempre.
Que haya mas noches de ventanas abiertas,
que no me cueste perderme.
Que haya un mundo abierto
al que pueda lanazarme desesperada.
Soy la que se lleva la tierra en los zapatos
y todo lo que no se ve lo guardo en todos lados.
En la ventana Paris se despliega con orgullo
yo la miro, retengo, observo...
con un corazón que ya nunca podrá estar quieto.
Siempre supe que habría mucho, pero nunca tanto.
3 comentarios:
hermosas palabras.. se fue una y volvió otra.. los momentos que ya viviste ahí, te definirán por el resto de tus días.. nunca podrás olvidarte de semejante travesía..
siempre nos quedará Paris
que hermoso.... un abrazo!
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