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domingo, 26 de diciembre de 2010

En todos los segundos... en todas las visiones...


El feriado me encontró cruzando la calle y el cigarrillo invadió mi aire, el aire y ahí sí, me sentí en paz.

Apoyada sobre la reja de la tintorería.
Levanto la vista de las baldosas secas y el telón se abre, Acción!

Las voces, los besos, el frío.
Una luz perra que se enciende cuando alguien se mueve. Inhibe, restringe, invita a la quietud.


El tiempo, como el mar, devuelve algo:
la imagen de lo que ya no es. (Habíamos sido nosotros.)


El feriado me cuenta la historia que era mía.
El cigarrillo se consume.
Sigo caminando.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me gusto mucho la analogía que haces entre el tiempo y el mar, y es bastante real eso.

Cristian Franco dijo...

"Una luz perra..."


Las conozco...

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