El feriado me encontró cruzando la calle y el cigarrillo invadió mi aire, el aire y ahí sí, me sentí en paz.
Apoyada sobre la reja de la tintorería.
Levanto la vista de las baldosas secas y el telón se abre, Acción!
Las voces, los besos, el frío.
Una luz perra que se enciende cuando alguien se mueve. Inhibe, restringe, invita a la quietud.
El tiempo, como el mar, devuelve algo:
la imagen de lo que ya no es. (Habíamos sido nosotros.)
El feriado me cuenta la historia que era mía.
El cigarrillo se consume.
Sigo caminando.
2 comentarios:
Me gusto mucho la analogía que haces entre el tiempo y el mar, y es bastante real eso.
"Una luz perra..."
Las conozco...
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