Ese día salir del trabajo fue como cuando sonaba el timbre del recreo, pero todavía un poco más de alivio.
En el camino a casa se olvidaba de su precariedad. Cada pisada firme la hacía ver como un gigante, a pesar de sentirse microscópica, una partícula de nada.
Pensaba en la imposibilidad de caminar en línea recta y en una mezcla de obligación y promesa de no caer en camas ajenas.
Miró para arriba y pidió toda la protección para sobrevivir a una noche y a una fiesta. O, al menos, un poco más de fuerza para seguir aguantando el taladro mental.
Respiró.
Todavía queda bastante, pero bastante nunca es suficiente.
Walk away - I will follow
1 comentario:
"Todavía queda bastante, pero bastante nunca es suficiente"
Me gustó la frase...
Publicar un comentario