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lunes, 22 de junio de 2009

¿Qué te pasa Holden?

o Algunos libros ya no son lo que eran (dicen)




Hace unos meses leí por primera vez The Catcher in the Rye de J.D Salinger en versión original. En castellano El cazador oculto o El guardián entre el centeno, dos títulos para la misma novela.

Había leído la traducción cuando todavía estaba en el colegio. Creo que se convirtió, junto con Demian de Hermann Hesse, en uno de mis libros-guía-inspiradores por ser tan adecuados (o ideales) para ser descubiertos a los 16 años y volver a ellos a medida que pasa el tiempo.


El cazador oculto fue rechazado como lectura "escolar" en un principio por supuesta vulgaridad y se pensaba que era una "mala influencia" para los lectores por ser el protagonista un antisocial declarado. Con los años, se fue haciendo fama de clásico y pasó a ser el preferido de los profesores para hacer que los más jovenes se acercaran a la literatura. Y ellos podían sentirse reflejados en un personaje humano, anti-héroe.

Holden Caulfield es un chico con algunos "problemas" . No le gustan sus compañeros de clase, la gente en general le parece bastante idiota y tiene una sensación constante de estar fuera de lugar. Todo empieza cuando se entera de su expulsión y se escapa de Pencey sin esperar a que el colegio le avise a los padres. Como no se anima a darles la noticia decide hacer tiempo (un fin de semana) solo en Nueva York y volver a su casa recién el día que lo esperaban.

A medida que avanza la novela vamos descubriendo que el futuro le da miedo, que no le gusta la idea de hacerse adulto y la indignación que siente ante la falsedad y la frivolidad de los que lo rodean.

Resulta fácil identificarse con ese universo de rebeldía, tristeza por lo que se va y ansiedad por lo que viene, por eso Holden Caulfield pasó a ser como un modelo del "adolescente aislado".


Pero parece que ya no más...


Hace unos días, cuando estaba interneteando un poco, encontré un artículo en el New York Times que habla sobre un cambio de percepción sobre Holden Caulfield.

La autora del artículo realizó un trabajo de investigación y entrevistó a maestros y alumnos de institutos públicos y privados de Estados Unidos. También fue invitada a observar clases de literatura en las que se trabajaba sobre el libro.

Llegó a la conclusión de que la mayoría de los alumnos percibían a Holden algo así como un "pobre niño rico", malcriado y quejoso. Dijeron no entender muy bien qué era lo que le pasaba ya que no tenía ninguna dificultad o preocupación concretas. Según la autora, esto se da porque los chicos hoy tienen otras preocupaciones. Ellos tienen mucho más acceso a la información que en los '50, piensan en trabajar o estudiar al terminar el colegio, independizarse o viajar, y estas ocupaciones no les dejan tanto tiempo libre como para pensar y pensar o para el autolamento. Aparentemente, es por eso que les es difícil sentirse identificados con él.

Me pareció original dedicarse a hacer un estudio sobre cómo se percibe a un personaje a través del tiempo. El título es un poquito chocante (je): "Get a life, Holden Caulfield", algo así como "Conseguite una vida Holden!" ( o dejate de joder!!)

Les dejo el link al artículo de NY Times (en inglés)

http://www.nytimes.com/2009/06/21/weekinreview/21schuessler.html

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo...

JAV dijo...

JAV:Pienso que los jóvenes como Holden están desorientados. No saben a donde van, que quieren, y se carajean y se quejan de todo. Pero siempre se quedan en la queja.
Porque? pienso que debe ser porque tienen miedo, y el miedo paraliza, y no te deja avanzar, el miedo te deshumaniza, y después sólo queda la desesperación.
Pero.. .se puede neutralizar al miedo.

mL dijo...

El miedo puede ser muy fuerte, coincido! Hay que mirar para otro lado y dar el salto por difícil q resulte..gracias por pasar!

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